París es la capital de Francia y su ciudad más poblada. Está situada a ambos márgenes de un largo meandro del río Sena, en el centro de la cuenca parisina, entre la confluencia del río Marne y el Sena, aguas arriba, y el Oise y el Sena, aguas abajo.
La ciudad de París, dentro de sus estrechos límites administrativos, tiene una población de 2 273 305 habitantes en 2015.
La Torre Eiffel fue creada para la Exposición Universal de París del año 1889 y aunque en un principio no gustó a los parisinos, a lo largo de los años se ha convertido en el icono de la ciudad. Sus 1.665 escalones hacen recomendable la subida en ascensor, aunque escojas la forma que escojas, lo que no puedes perderte son las vistas increíbles de la ciudad desde arriba.
Además en la torre se encuentra uno de los mejores restaurantes de París “Le 58 Tour Eiffel“, donde reservar una cena romántica, puede ser memorable y un momento inolvidable.
Sainte Chapelle es nuestra iglesia favorita de París. Esta iglesia gótica se encuentra en la Île de la Cité y se construyó para guardar varias reliquias. Lo que más destaca son sus impresionantes vidrieras de la capilla superior, donde es difícil no quedarse boquiabierto, mientras admiras semejante maravilla.
El Louvre es uno de los mejores lugares que visitar en París, además de ser el museo más visitado del mundo. La visita puede durar de unas horas para ver lo más importante, hasta más de un día para los amantes del arte. Algunas de sus mejores obras son la famosa Gioconda de Leonardo da Vinci, la Venus de Milo o el Escriba Sentado del antiguo Egipto.
Los Campos Elíseos son dos kilómetros que unen la Plaza de la Concordia con el Arco del Triunfo forman una de las avenidas más famosas del mundo: los Campos Elíseos. El paseo por la gran avenida transcurre viendo escaparates de tiendas y restaurantes, además de recorrer una de las zonas más concurridas de la ciudad.
A medida que te vayas acercarnos a la parte alta podrás ver como las tiendas se van volviendo más y más lujosas, momento en el que si no quieres destrozar tu presupuesto, lo mejor es guardar el monedero y dedicarte únicamente a pasear.
Si quieres llevarte una buena foto, con la mejor perspectiva de los Campos Elíseos, no dudes en subir a la azotea del Arco del Triunfo.
La Catedral de Notre Dame es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo de la que se terminó su construcción el año 1272. Su interior es espectacular con grandes ventanales y una gran altura, que hacen de este lugar una de las visitas imprescindibles de la ciudad.

La Place Vendome es una de las plazas más bonitas de París, que destaca por su gran columna en el centro, uno de los detalles más fotografiados de la ciudad. La Columna Vendôme fue construida por Napoleón Bonaparte, para honrar su victoria en la batalla de Austerlitz.
Además en esta plaza hay algunas de las tiendas más lujosas de la ciudad como Chanel, además de los hoteles Ritz y Vendome, una excusa perfecta para venir hasta aquí y mezclarse con el lujo parisino, aunque sea por unos minutos.
París es una ciudad en la que se respira arte, al mismo tiempo que está repleta de museos, donde uno de los más destacados es el Centro Pompidou. Este museo ofrece exposiciones de arte moderno, aunque su diseño original con tubos de colores en la fachada y escaleras mecánicas por fuera, ya son una señal de lo que podrás encontrar en el interior.
En sus 6 plantas podrás ver obras de artistas como Picasso, Kandinsky, Matisseo o Miró, hasta autores con un gran futuro en el arte moderno.
Las Galerías Lafayette Haussmann son uno de los centros comerciales más famosos y bonitos del mundo. Sus 7 plantas distribuidas en forma circular parecen un teatro, además de tener una azotea en la que disfrutar de una terraza donde tomar algo mientras tienes la oportunidad de tener una de las mejores vistas de París desde su gran mirador a la ciudad.
La Ópera Garnier, es un grandioso edificio de estilo neobarroco, construido por orden de Napoleón. El interior recargado, ofrece una imagen lujosa y ostentosa, lleno de dorados, mosaicos y grandes lámparas. La sala de espectáculos, decorada en rojos y dorados es espectacular, así que no nos extraña que este edificio inspirará la obra “El fantasma de la Ópera”.
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